ELIGE PRODUCTOS BIO, LOCALES Y DE TEMPORADA
Al comprar productos ecológicos nos aseguramos de que son alimentos saludables, con todo el aroma y textura propios de su clase. Eso sí, seguramente no cumplan estándares de belleza ni de presentación como los que encontramos disponibles en el mercado, que han sido tratados con ceras y diversos colorantes para resultar sumamente atractivos, todos con un color y un tamaño ideal y en muchas ocasiones sin apenas sabor. En la agricultura ecológica prima las propiedades del alimento en sí.
• Porque al ser alimentos procedentes de la agricultura ecológica nos garantiza que no se han empleado productos químicos tóxicos para el organismo del consumidor como del agricultor, y son respetuosos con el medio ambiente.
• Porque al comprarlos, fomentamos un tipo de agricultura que conserva la biodiversidad y es respetuosa con la fauna. Genera una contaminación más baja de aerosoloes, produciendo menos niveles de dióxido de carbono. Ayudamos a prevenir el efecto invernadero. Tampoco genera residuos contaminantes.
• Porque con este tipo de agricultura garantizamos que se preserven las semillas, uno de los grandes problemas de la agricultura masiva es que disminuye la diversidad biológica.
• Porque nos aseguramos de que tanto los vegetales como los animales no han sido manipulados genéticamente. Se utilizan técnicas respetuosas con la naturaleza pero a la vez con una estricta normativa de calidad.
• Porque consumiendo este tipo de productos apoyamos el trabajo y la vida en el campo y contribuimos a que se mantenga una gran diversidad de paisajes con la belleza propia de cada estación.
• Porque los animales tienen unas condiciones de vida más dignas que aquellos que tuvieron la mala suerte de nacer en granjas. Se respetan sus ciclos y sus necesidades.
• Porque al elegir consumir productos bio entramos en un proceso de consumo responsable, apoyando al desarrollo rural y cuidando la naturaleza.
• Consumir productos ecológicos, de temporada y locales no solo nos beneficia a nosotros sino también a nuestro planeta. Los niveles de contaminación derivada de transportar alimentos de una parte a otra del mundo son alarmantes.